Concretamente es el número 29 y se está repartiendo en estos días por los domicilios de Membrilla. Además de denunciar el sectarismo, el fraude democrático, los derroches y despilfarros de los gobiernos del PP, reclaman tiempos de diálogo, acuerdos y solidaridad.
La sociedad que hemos conocido hasta hace algunos años, basada en el progreso y avance continuo, se está haciendo añicos por la primera gran crisis de la globalización. Los remedios propuestos hasta ahora, se están llevado por delante millones de empleos. La miseria y las dificultades aumentan en todas partes, impactando especialmente a los más desfavorecidos.
No puede ser que quienes provocaron la crisis, estén beneficiándose de ella. No podemos asistir impasibles ante el desmantelamiento de las conquistas sociales que tantos años costó conseguir y ante las injustas medidas que se están tomando para combatir una crisis que ha provocado un modelo económico que no es el que defendemos, mientras se desvían fondos públicos para arreglar problemas que han creado unos pocos. Medidas ineficaces e injustas, que como en el caso de España, Castilla-La Mancha y Membrilla, suponen, además de un fraude a los ciudadanos, un simple ajuste ideológico amparado en la crisis.
Por ello denunciamos, el sectarismo y los derroches y despilfarros del gobierno del PP de Membrilla, comidas, cenas, ferias, televisiones o despachos, mientras se recortan servicios, se despide personal, se suben los impuestos o se exigen sacrificios alegando problemas económicos. Estos caprichos, chocantes en cualquier situación, chirrían sobremanera en la actual coyuntura social y económica en la que se piden renuncias a todos los colectivos, especialmente a los que menos tienen.
En todo momento, pero más en tiempo de crisis, los gobiernos deben acordar con los representantes sociales, qué modelo de convivencia quieren tener y cómo debe financiarse. Apostamos por una sociedad más formada e informada, más participativa y exigente.
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