Los 7 meses del Gobierno presidido por Mariano Rajoy encierran con seguridad el periodo más crítico vivido por la economía española en las últimas décadas. Los importantes problemas de la economía española desde 2008, como consecuencia de la crisis financiera global y su agudización, en nuestro caso, por el estallido de la burbuja inmobiliaria, lejos de atenuarse se han agravado en progresión geométrica a causa de la desconfianza que la actuación del Gobierno del PP ha sembrado en las instituciones económicas y en los mercados internacionales.
El Gobierno ha acumulado errores, contradicciones e indecisiones muy considerables desde su mismo arranque y el precio a pagar por todos ha sido el de la desconfianza generalizada en torno a su capacidad y a la propia solidez de nuestra economía. Una tan inédita como súbita pérdida de credibilidad del Ejecutivo que ha afectado de lleno a la economía española cuyo máximo exponente ha sido el espectacular incremento de la prima de riesgo (de los 347 en el traspaso de poderes a 649 en el mes de julio) y una caída del valor de la Bolsa hasta niveles del año 2003 en poco más de un semestre.