Tal como tiene perfectamente documentado y publicado nuestro paisano e historiador Pedro Almarcha Jiménez, es más que probable que los Desposorios de la Virgen del Espino empezaran a celebrarse en Membrilla desde mayo de 1213, unos meses después de la batalla de las Navas de Tolosa, cuando el Castillo del Tocón quedó definitivamente en manos cristianas.
Los Desposorios son una festividad religiosa acompañada de actos lúdicos. Estos últimos han sido los que más han variado a lo largo del tiempo, mientras que los actos religiosos: bajada de la virgen, novenario, cumplidores, Alabarderos, vísperas, Desposorios, procesión, ofrecimiento y subida de la virgen a la ermita, se han mantenido como símbolo del arraigo de una devoción y tradición centenaria, salvo los cambios de fechas.
Hasta mediados del S. XIX se celebraban el primer domingo de mayo. Es entonces cuando pasan a celebrarse a primeros de septiembre. En 1922 se añadió como festivo el lunes posterior al domingo de Desposorios para hacer la subida de la virgen del Espino a su ermita. En 1927 se agregó la tómbola o puja. En 1970 se produce un nuevo adelantamiento de las fiestas a finales de agosto para favorecer la estancia de los numerosos emigrantes y evitar la cercanía de la vendimia. También en ese año empezaron a nombrarse Reina y Damas.
En lo referente a los actos profanos, la parte que le corresponde al Ayuntamiento, han sido habituales las funciones de fuegos artificiales, las actuaciones de las bandas de música, el teatro, las competiciones deportivas, el cinematógrafo (por primera vez en 1910) y las corridas de toros y novillos.
Los presupuestos destinados por el ayuntamiento de Membrilla para los Desposorios han reflejado fielmente las situaciones políticas, económicas y sociales de cada época. Así tenemos que en 1914 fueron 300 pesetas, 1295 pesetas en 1921, tan solo 669 en 1931, 8970 pesetas en 1939 o las 2919 de 1940, de las que 182 pesetas sufragaron los 1000 programas de festejos editados.
Uno de los festejos que más polémica han suscitado a lo largo de los años, han sido las corridas de toros y novillos, llegando incluso a caerse de los programas en algunas ocasiones. Uno de los festejos taurinos mejor documentado es el de 1887 cuando se lidiaron cuatro utreros (toros de menos de 3 años) de D. Santiago Molinero, todos ellos estoqueados por Isidro Grané (torero y rejoneador de gran prestigio en la época). La corrida tuvo lugar el domingo 11 de septiembre y posteriormente el lunes 12, “se lidió un novillo por la misma cuadrilla y 6 toros de capeo por los señoritos que gusten de llevar revolcones”[1].
En 1910 se colocó una plaza frente al ayuntamiento con capacidad para 2000 personas. Lidiaron los 4 novillos del Conde de Gavia, “Saltitos y Frascuelillo”. La entrada costó 2,50 pesetas. Un espectador sufrió una cogida grave del primer novillo[2].
El periódico “El Pueblo Manchego” publicó desde su creación en 1911, reseñas de nuestras fiestas. Las notas son una crónica social de la época, al estilo de las que hoy día podemos ver en los programas y revistas del corazón. Transcribimos a continuación el artículo publicado el 12 de septiembre de 1912.
“El día 29 del pasado tuvo lugar la procesional traída de la Virgen desde su histórico Santuario a la Iglesia Parroquial, donde se ha celebrado el novenario que ha resultado muy solemne. La capilla de música que dirige el sr del Rey, reforzada con las hermosas voces de los sres Romero y Ortiz, que de este modo han querido honrar a su Madre y Patrona, ha interpretado durante las tardes del novenario, hermosas plegarias, terminando siempre con el hermoso himno del congreso.
El día 8 se celebró la función principal, oficiando el M. I. sr Secretario de la Cámara y Gobierno del Obispado D. Pedro José Menchén, hijo de este pueblo, asistido de D. Manuel L. de Villalta y D. Manuel Contreras, sobrinos del celebrante.
Ocupó la sagrada cátedra nuestro paisano y querido amigo Dr. D. Domingo Chacón quien con su acostumbrada elocuencia cantó las misericordias de nuestra excelsa patrona en una hermosa oración que ha sido muy elogiada.
Por la tarde se verificó la procesión y ofrecimiento y terminados estos se condujo triunfalmente a la Virgen a su Ermita. Después el Cumplidor don Cristóbal Elipe hizo entrega de la bandera y el bastón al nuevo hermano mayor D. Ramón Amúategui y Pérez Cabellos a quien acompañaron hasta su domicilio las autoridades y Alabarderos precedidos de la banda de música siendo todos atendidos y obsequiados con la esplendidez y galantería propias del señor Amuategui.
Con el fin de presenciar la fi esta de nuestra patrona se encuentran en esta las distinguidas Sras. Dª Ana Amuategui y Dª Elisa Tegeiro de Pardo acompañada de su hija Dª Aurora, así como también la joven y simpática señorita Lola Martínez que viene a pasar una temporada con sus tíos los Sres. de Herreros.
También pasará unos días entre nosotros D. Blas Romero, Presbítero de Antequera y D. Francisco Menchén y Chacón, joven y aprovechado estudiante que ha obtenido la primera calificación en las oposiciones para veterinarios militares y destinado a la academia de Segovia”.
[1] El Imparcial, 9 de septiembre de 1887.
[2] Diario de la Mancha, 5 de septiembre de 1910.
Por la tarde se verificó la procesión y ofrecimiento y terminados estos se condujo triunfalmente a la Virgen a su Ermita. Después el Cumplidor don Cristóbal Elipe hizo entrega de la bandera y el bastón al nuevo hermano mayor D. Ramón Amúategui y Pérez Cabellos a quien acompañaron hasta su domicilio las autoridades y Alabarderos precedidos de la banda de música siendo todos atendidos y obsequiados con la esplendidez y galantería propias del señor Amuategui.
Con el fin de presenciar la fi esta de nuestra patrona se encuentran en esta las distinguidas Sras. Dª Ana Amuategui y Dª Elisa Tegeiro de Pardo acompañada de su hija Dª Aurora, así como también la joven y simpática señorita Lola Martínez que viene a pasar una temporada con sus tíos los Sres. de Herreros.
También pasará unos días entre nosotros D. Blas Romero, Presbítero de Antequera y D. Francisco Menchén y Chacón, joven y aprovechado estudiante que ha obtenido la primera calificación en las oposiciones para veterinarios militares y destinado a la academia de Segovia”.
[1] El Imparcial, 9 de septiembre de 1887.
[2] Diario de la Mancha, 5 de septiembre de 1910.
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